👉 Síndrome de Gulliver: el nuevo riesgo cardiovascular oculto


👉 Síndrome de Gulliver: el nuevo riesgo cardiovascular oculto

Escrito por Dr. Brian Urquiola, médico. ⚕️

El síndrome de Gulliver: pequeños excesos que ponen en jaque al corazón

En el campo de la medicina cardiovascular siempre surgen nuevos conceptos que buscan mejorar la prevención y el manejo de las enfermedades más frecuentes. Uno de los términos que ha empezado a ganar visibilidad en 2025 es el llamado síndrome de Gulliver.

Aunque todavía no se reconoce como un diagnóstico médico oficial, esta idea aporta una mirada fresca y necesaria sobre cómo entendemos el riesgo cardiovascular. Y lo hace con una metáfora literaria que resulta muy fácil de comprender.

¿Qué es el síndrome de Gulliver?

El nombre proviene de la célebre novela Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift. En uno de los pasajes más conocidos, el protagonista —un hombre de gran tamaño— se despierta en la isla de Liliput atado al suelo por cientos de pequeñas cuerdas manejadas por diminutos habitantes.

La clave está en la imagen:

  • Una sola cuerda no podría inmovilizar a un gigante.

  • Pero muchas cuerdas, actuando juntas, sí logran sujetarlo y dejarlo sin movimiento.

 

En medicina cardiovascular ocurre algo muy parecido: varios factores de riesgo en valores “ligeramente altos” pueden sumarse y convertirse en un problema tan serio como un valor claramente patológico.

📊 Los criterios del síndrome de Gulliver

Este concepto fue presentado en 2025 por un grupo de investigadores en la revista Frontiers in Cardiovascular Medicine. Según su propuesta, se diagnostica síndrome de Gulliver cuando una persona cumple cuatro o más de los siguientes criterios limítrofes:

  • Perímetro de cintura

    • Hombres: 90–101 cm

    • Mujeres: 80–87 cm

     
  • Presión arterial (Nueva guía 2025)↗️

    • Sistólica: 121–139 mmHg

    • Diastólica: 81–89 mmHg

     
  • Glucemia en ayunas: 101–125 mg/dl

  • Colesterol no-HDL: 130–189 mg/dl

 

👉 Ninguno de estos valores indica “enfermedad” de forma aislada. Pero juntos representan un riesgo acumulado, que puede pasar desapercibido si solo se miran parámetros individuales.

⚠️El problema de la “inercia terapéutica

Este concepto también busca combatir un fenómeno muy común: la inercia terapéutica.

  • Médicos y pacientes tienden a posponer decisiones cuando los números están “en la frontera”.

  • Se transmite la idea de que “aún no pasa nada”, lo que retrasa los cambios en el estilo de vida o la introducción de tratamientos preventivos.

  • Mientras tanto, el riesgo cardiovascular sigue aumentando en silencio.

 

De hecho, algunos cálculos estiman que hasta la mitad de las personas con varios factores limítrofes no reciben ningún tipo de intervención, a pesar de que su riesgo a largo plazo es claramente mayor.

🔍 ¿Por qué importa tanto ver el conjunto?

La enfermedad cardiovascular rara vez surge de un único factor aislado. Normalmente es el resultado de la combinación de varios elementos: obesidad abdominal, presión arterial alta, alteraciones en la glucosa, colesterol elevado, tabaquismo, sedentarismo, estrés crónico…

El síndrome de Gulliver pone el foco justamente ahí:

  • En lugar de mirar cada parámetro por separado, debemos sumar las piezas del rompecabezas.

  • Esa visión integral es la que realmente refleja el riesgo futuro de infarto, ictus o insuficiencia cardíaca.

 
Imagen donde se muestra una persona de gran tamaño atada al suelo y sujeta por cuerdas muy finas como en la obra de los viajes de Guiliver. Las multiples cuerdas finas muestran de forma metaforica como muchos pequeños problemas pueden sumar y convertirse en un verdadero riesgo para la salud.

🔬 Un ejemplo práctico

Imaginemos a un hombre de 48 años que acude a revisión:

  • Presión arterial: 132/86 mmHg

  • Glucemia en ayunas: 110 mg/dl

  • Colesterol no-HDL: 160 mg/dl

  • Perímetro de cintura: 98 cm

 

Ningún parámetro cumple criterios clásicos de hipertensión, diabetes o dislipemia. Probablemente, este paciente saldría de la consulta sin medicación ni intervención significativa.

Pero en conjunto, cumple los 4 criterios del síndrome de Gulliver. Eso significa que su riesgo cardiovascular está notablemente aumentado, y sería un error no actuar.

🛠️ Qué hacer si cumples criterios

El síndrome de Gulliver no busca reemplazar a las guías actuales, sino complementarlas y alertar sobre la importancia de ver el riesgo en su conjunto.

Las recomendaciones prácticas incluyen:

  1. Evaluación global del riesgo

    • Usar calculadoras de riesgo como SCORE2↗️ o ASCVD↗️, que integran múltiples factores en lugar de uno solo.

     
  2. Intervenciones en estilo de vida

    • Alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, fibra y baja en azúcares simples y ultraprocesados.

    • Actividad física regular (150 min/semana de intensidad moderada).

    • Reducción de alcohol y abandono del tabaco.

    • Manejo del estrés y buen descanso.

     
  3. Seguimiento médico cercano (Qué chequeos debo hacer segun mi edad↗️)

    • Revisiones periódicas para evitar que esos valores limítrofes progresen.

    • Identificar pacientes que, pese a no cumplir diagnósticos clásicos, ya merecen una estrategia más intensiva.

     
  4. Prevención farmacológica en casos seleccionados

    • En algunos perfiles, puede ser adecuado iniciar medicación antes de que la enfermedad se declare formalmente (ej. polipíldora cardiovascular en alto riesgo).

     

🧩 Una nueva forma de pensar la prevención

El síndrome de Gulliver no pretende reemplazar los criterios diagnósticos actuales, sino llenar un vacío: el espacio intermedio donde muchos pacientes no se sienten enfermos, pero tampoco están completamente sanos.

Al ponerle un nombre y una metáfora clara, se facilita la comunicación tanto con pacientes como entre profesionales.

🌍 Un concepto con impacto poblacional

El síndrome de Gulliver no solo tiene implicaciones individuales, sino también colectivas:

  • Una gran parte de la población mundial se encuentra en “zonas grises”, con valores cercanos a los límites.

  • Si no se detecta ni se actúa, esto se traduce en millones de eventos cardiovasculares prevenibles cada año.

  • Reconocer y difundir este concepto puede ayudar a cambiar la mentalidad de “esperar a que sea enfermedad” hacia una verdadera prevención activa.

 

🔑 Conclusión

El síndrome de Gulliver es una invitación a mirar más allá de los números “normales” o “un poco altos”. Nos recuerda que la salud cardiovascular depende de un equilibrio global y que la suma de pequeños excesos puede ser peligrosa.

No es (todavía) una enfermedad oficial en los manuales, pero sí es una alerta temprana:

  • Si cumples varios criterios en rango limítrofe, no lo dejes pasar.

  • Consulta con tu médico y empieza cambios preventivos hoy.

 

Porque, igual que Gulliver en la novela, puedes terminar atrapado no por una gran cadena, sino por muchas cuerdas pequeñas. Y la prevención es la mejor forma de liberarte.

💡 El síndrome de Gulliver aún está en debate, pero abre la puerta a pensar de otra forma la prevención cardiovascular: no solo esperar a que haya un evento, sino adelantarnos a los primeros “gigantes” que empiezan a crecer sin que los notemos.

Si este artículo te ayudó a entender mejor el tema, compártelo con tus familiares y amigos: nunca sabes a quién puede servirle para empezar a cuidar su corazón a tiempo. ❤️

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Retrato del Dr. Urquiola sonriendo ligeramente con los brazos cruzados sobre fondo gris usando un uniforme de médico azul y un fonendoscopio sobre su cuello

© 2025 Dr. Brian Urquiola Domínguez

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📚 Referencias

  1. Libby P. Inflammation in atherosclerosis. Nature. 2002;420:868–74. doi:10.1038/nature01323↗️

  2. Dixon DL, Sharma G, Sandesara PB, Yang E, Braun LT, Mensah GA, et al. Therapeutic inertia in cardiovascular disease prevention. J Am Coll Cardiol. 2019;74:1728–31. doi:10.1016/j.jacc.2019.08.014↗️

  3. Barter P, Gotto AM, LaRosa JC, Maroni J, Szarek M, Grundy SM, et al. HDL cholesterol, very low levels of LDL cholesterol, and cardiovascular events. N Engl J Med. 2007;357:1301–10. doi:10.1056/NEJMoa064278↗️

  4. Madsen CM, Varbo A, Nordestgaard BG. Extreme high high-density lipoprotein cholesterol is paradoxically associated with high mortality in men and women: two prospective cohort studies. Eur Heart J. 2017;38:2478–86. doi:10.1093/eurheartj/ehx163↗️

  5. Voight BF, Peloso GM, Orho-Melander M, Frikke-Schmidt R, Barbalic M, Jensen MK, et al. Plasma HDL cholesterol and risk of myocardial infarction: a Mendelian randomisation study. Lancet. 2012;380:572–80. doi:10.1016/S0140-6736(12)60312-2↗️

  6. International Diabetes Federation. The IDF consensus worldwide definition of the metabolic syndrome [Internet]. Brussels: IDF; 2006. Disponible en: https://www.idf.org/e-library/consensus-statements/60-idfconsensus-worldwidedefinitionof-the-metabolic-syndrome.html↗️

  7. World Health Organization. Obesity: preventing and managing the global epidemic. Report of a WHO consultation (WHO technical report series). Geneva: WHO; 2000.

  8. Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults. Executive summary of the third report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) expert panel on detection, evaluation, and treatment of high blood cholesterol in adults (Adult Treatment Panel III). JAMA. 2001;285(19):2486–97. doi:10.1001/jama.285.19.2486↗️